Giro 180º

Es lo que mejor puede definir mi día de hoy.
Me encuentro raro, la verdad. Ya hace tiempo que fuí a Cádiz con el animo por los suelos a empezar una nueva vida de estudiante: Sí, la universidad llamaba a mi puerta, pero no como yo quería. El año pasado, sobre el genial mes de junio hice mi primera selectividad. Frustración, esa fué la mejor palabra para describir todo lo que paso por mi cabeza. ¿Quemo algo?, ¿Mato a ese profe?, ¿Podría haber estudiado aun más?, ¿Porque a ellos sí y a mi no?. Seguro que esto os ha pasado a muchos cuando de repente, tras años persiguiendo un objetivo, que no era otro si no entrar en agluna carrera que me gustaba; no se cumplía.
Totalmente horrible, pasaba julio, segunda adjudicación, nada, septiembre, tercera adjudicación....nada. Por cosas de la vida, me rendí ante la enorme lista que se extendía ante mis ojos. No puede ser, no he entrado en nada de lo que quería; no podre ser médico ni enfermero... ¿que hago ahora?. Muchos días ponía al mal tiempo buena cara: ¡ya veras como hay otra carrera que me guste!; pero en el fondo sabía que no era así. Tan seguro como que al final de la vida estaba la muerte, sabía que yo había nacido para un hospital. Habría gente que me necesitaría, yo podría ayudarlos, dedicarles una simple sonrisa para que su estancia en un lugar donde se supone debes estar mal pueda ser más llevadera (y se de lo que hablo). Supongo que eso es a lo que llaman vocación.

Total, decidí hacer borrón y cuenta nueva: ¡a Cádiz!. Al principio todo genial, la carrera de ciencias del mar es preciosa en todo, el lugar es paradisíaco y fuí integrandome perfectamente en una clase de gente que aspiraba a algo que yo ni siquiera daba importancia... como que me sentía fuera de lugar ¿no creeis?. Aun así, conocí a muchísima gente buenísima, amig@s que nunca jamás olvidaré, y que por supuesto no quedarán como recuerdo; pues pienso continuar aunque sea a distancia.
Pero volviendo al tema, cada día que pasaba al lado del mar veía que aquello no era lo mío... ¡necesitaba tocar órganos, ver muertos, aprender sobre los ribosomas, y poder decir: ¿para que coño quiero yo que es un oncogén HTVL-2?!
Aun así, intentaba convencerme de que cc del mar era lo que yo debía hacer. ¿A quien iba a engañar? No podía, así que se lo dije a mis padres; que son maravillosos, y con algunos problemillas conseguimos dejar mi piso a alguien, así como dejar la carrera después de los examenes de febrero; que terminaron el martes.
Ahora, escribo desde mi casa en Córdoba, ya he desecho el equipaje, esta vez me quedo hasta el proximo curso. Si ya dicen: lo que no mata, engorda; yo creo que también sería aplicable a: lo que no mata, te hace crecer. Digamos que esa es la frase que quiero dar a entender al escribir esto. Me encamino, al igual que vosotros, a una meta insegura; no se si este año cumpliré lo que quiero, pero tengo la buenísima sensación de que será así. Continuo diciendoos que me esforzaré muchísimo; y que gracias a las experiencias vividas seré aún mejor. Al igual que también espero que todos vosotros os supereis cada día más; idealista sí, pero imprescindible.
Termino contando que son muchas las personas que me han marcado éstos años de mi vida; tanto los nuevos amigos que he hecho, como los viejos ya conocidos, que nunca dejan de sorpenderme a bién; como familiares e incluso amigos internautas como vosotros, que aunque parece que no nos tocamos mucho desde nuestras respectivas pantallas, en realidad nos hacemos más bien del que creemos. Sin vosotros, yo no sería lo que soy. Gracias.

Ahora sí, Liquid ha vuelto, y mejor que nunca.

Escrito por Liquid